Los domingos por la tarde

       Este es el cuarto concierto de Lagarto Amarillo al que asisto, solo una vez más, pero ha sido especial, no especial en el mismo sentido que el anterior, que fue una actuación de rarezas y colaboraciones, sino por una cuestión más íntima.

       Tan íntima que sólo hemos presenciado el concierto 130 personas, y no porque no se vendieran más entradas, sino porque eran las que había. Por primera vez, Lagarto Amarillo tocaba en acústico en Madrid, y allí tenía que estar a las ocho de la tarde, en el Café La Palma, para ver sobre las tablas al grupo que viene últimamente arrasando en las votaciones.

       En esta ocasión, los lagartos han sido sólo tres, de los que sólo Pablo Mora, el líder, pertenece a la formación inicial... aquella que se colaba en los autobuses repartiendo "pegatas". Acompañándole, una guitarra loca, estrella de los punteos flamencos y rockeros californianos, y una percusión variada y "boleresca".

       En cuanto a los temas, Lagarto Amarillo siempre suele seguir la misma línea en su elección, al menos desde que yo los sigo en vivo. Han interpretado una selección equilibrada entre las canciones de los dos discos que tienen publicados ("Que la suerte te acompañe" y "Distinto"), aliñada con varios adelantos del tercero en gestación, nunca una selección repetitiva entre un concierto y otro, siempre sacando algunas de aquellas canciones que no han tenido tanto bombo y reconvirtiéndolas en himnos muy alegres o baladas enternecedoras y desgarradas, empujadas por la envidiable expresividad de su autor y cantante.

       De entre las tres apariciones que han tenido sobre el escenario, la tercera ha sido según ellos una improvisación... y yo no lo descartaría, viendo cómo hablaban entre ellos para ponerse de acuerdo y cómo se desviaban de vez en cuando hacia la canción española más cañí en base a los acordes que les sugerían los tiempos muertos.

       Ninguna canción sobresalió sobre las demás, en una gala democrática en que sí faltó, por primera vez que yo haya presenciado, "Ahora luego". El momento esperado fue protagonizado esta vez por "Culpable", un tema aún inédito, con dedicatoria final para uno de los padres del pop español, que hace un año falleció, precisamente pocas semanas después de haber compartido este mismo tema con los lagartos.