Diálogos de un mandril

       Existen en ciencia dos teorías no restringidas a una sola disciplina y que se manifiestan continuamente en muchos contextos, pero que rara vez son dadas a conocer. A saber:

• La Teoría General de Sistemas (TGS), a la que ya me he referido en múltiples ocasiones, fue propuesta por el biólogo Ludwig von Bertalanffy, cuyo nombre es más difícil que entender la teoría.
  
  Se basa en la búsqueda de patrones comunes en el funcionamiento de los sistemas, siendo un sistema un objeto (material o conceptual) formado por dos o más componentes que interaccionan entre ellos. Un sistema puede ser por ejemplo el ordenador en el que estoy escribiendo, formado por un teclado, una pantalla, una placa base, un procesador, un disco duro, etc.; y también un sistema es nuestro cuerpo, formado por todos nuestros órganos; y un ecosistema, formado por seres vivos, factores abióticos y las relaciones entre ellos; y una molécula, formada por átomos enlazados; y también una cultura, formada por una población, un conjunto de tradiciones, creencias, su organización social, etc.
  
  Lo que propone la TGS es que el funcionamiento de un sistema no se reduce a la suma de las funciones de sus componentes, sino que además, de las interacciones entre ellos surgen cualidades propias del sistema como un todo. Siempre he puesto el ejemplo del agua, que estando formada por átomos de gases, es líquida, lo que no se debe a las propiedades del oxígeno y el hidrógeno (componentes), sino a las particularidades derivadas de su enlace (interacciones). Pero podemos probar con cualquier otro sistema, por ejemplo, una religión. Cuando Richard Dawkins combate la religión argumentando lo irracional de las creencias, comete el error de no considerar la TGS; puesto que la religión está formada efectivamente por unas creencias, pero también por un conjunto de ritos basados en una tradición, una mitología, un código moral, una jerarquía... y todos esos componentes interactúan reforzándose entre ellos y generando unas conductas y sentimientos que no podrían ser generados de otro modo.
  
  
  La TGS dio respuesta a la duda que yo me planteaba siendo alumno de primaria (entonces llamada Educación General Básica): si un niño tiene más capacidad de aprendizaje, ¿por qué no nos enseñan en el colegio lo que se está enseñando en la universidad?; pues simplemente porque en el colegio se trabaja con componentes (los números, las oraciones, las partes del cuerpo, la historia como un relato...), y si no son entendidos estos, no podemos pasar a estudiar sistemas (las ecuaciones diferenciales, el comentario de textos, la anatomía comparada, el análisis político...). En definitiva, la TGS responde a la máxima del método científico: explicar la complejidad de la realidad en términos de simplicidad.
  
  
  
• La Teoría Matemática de la Información fue propuesta por el matemático Claude E. Shannon y el biólogo Warren Weaver, y en ella se apoya la informática (no es casualidad que el nombre de esta ciencia sea un acrónimo de "información automática").
  
  En la comunicación es esencial que exista un emisor, un mensaje y un receptor (componentes). La interacción se produce al ser transferido el mensaje desde el emisor hasta el receptor.
  
  La Teoría de la Información, propone la medición de ese mensaje. A grandes rasgos, un mensaje es un paquete de datos formado por incertidumbre e información. La incertidumbre, a su vez, estaría formada por ruido (datos que no aportan nada) y redundancia (datos repetidos); la información se define entonces como la parte del mensaje que elimina incertidumbre. Concretamente, su unidad de medida, llamada bit, es la cantidad de información que reduce la incertidumbre a la mitad.
  
  
  Por ejemplo, imaginemos que yo, como emisor, describo mi aspecto físico sin hablar y usando solo dos cartulinas, una con un 1 y otra con un 0; podría empezar por si soy un hombre o una mujer, si soy blanco o negro, si soy alto o bajo, si estoy gordo o delgado... y ante cada pregunta yo iría mostrando una cartulina para dar la respuesta. En cada paso voy eliminando una de las dos opciones (reduzco la incertidumbre a la mitad) y finalmente se genera un mensaje formado por unos y ceros (cada caracter es un bit), más largo cuanto más precisa sea la descripción... efectivamente, esto es el lenguaje binario.
  

       Pues bien, apoyándome en estas dos teorías (más bien procedimientos) voy a iniciar esta "serie blogística". Iré eligiendo grandes temas sobre los que oímos mucho actualmente y los trataré como sistemas que son, desgranando sus componentes e interacciones por medio de diálogos con expertos en la materia, pidiendo que me aclaren la incertidumbre existente al respecto.

       Yo me pongo pues en el papel metafórico de un mandril, para poder preguntar lo más básico de cada sistema complejo y entonces poder generar una evaluación.