Hoy hemos tenido una de esas noticias que nos alegran el día y probablemente condicionen nuestra atención durante varias semanas: el sarampión rebrota.
El sarampión es una de esas enfermedades propias de la infancia que tantos quebraderos de cabeza me trajo en su día. Está provocado por un paramixovirus y se manifiesta normalmente en forma de exantemas (manchas rojas en la piel), fiebre y malestar general. Es uno de estos enemigos que creemos dominados; en 2010 solo hubo ciento setenta y tres casos en toda España. Sin embargo, la estadística ha saltado a las noticias al saberse que los casos registrados durante 2011 fueron dos mil. El dato se ha multiplicado por diez de un año para otro; y la cifra da más miedo si la vemos a nivel europeo: treinta mil casos.
Según la Asociación Española de Pediatría, este aumento se debe al descenso en la tasa de vacunación de la triplevírica en los últimos años. A su vez, esta causa puede estar movida por algunos motivos que hemos especulado B.Q. y yo en nuestra página de Facebook: sobreprotección paradójica, recelo frente a las farmacéuticas, evasión de complots del gobierno (no es broma, hay quien argumenta eso), motivos religiosos de determinados grupos extremos... son explicaciones curiosas, pero magufadas aparte, sinceramente pienso que el principal motivo es la desinformación.
Pero más que las causas de esta noticia, a mí me interesan bastante las consecuencias. Puesto que están tan de moda las predicciones en prensa política y económica (puramente vaticinios), yo llevo un par de años haciendo predicciones sobre la prensa científica... y por ahora me va bien. En vista de las enfermedades que nos han preocupado durante los últimos años, mi predicción es que estaremos unos días/semanas oyendo noticias sobre el sarampión, la gente se echará las manos a la cabeza, creeremos que se avecina el fin del mundo... y de repente, un día saldremos a la calle como si nada hubiera ocurrido, cogeremos periódicos gratuitos, oiremos la radio, veremos la televisión y encontraremos otras noticias, porque todos habremos olvidado que el sarampión nos iba a matar a todos, como aquellas otras enfermedades anteriores.
El apoyo de esta predicción, de hecho, me viene muy bien como percha para hacer un repaso, en esta nueva serie blogística, a Escherichia coli, la gripe A, las vacas locas... y otros males que nos han tenido un tiempo atemorizados desde los medios y que después hemos olvidado, también gracias a los medios.
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