miércoles, 9 de noviembre de 2011

Genios locos: Nikola Tesla

       Justo hoy (y casualmente con mi post 111) se cumplen nada menos que 111 años desde que el ingeniero eléctrico Guglielmo Marconi registró una de sus patentes más conocidas, un invento que utilizamos a diario: la radio. Así aparece recogido en la mayoría de libros de historia y así lo considera la opinión pública; sin embargo, hay una historia detrás de esto. No hay que menospreciar el trabajo de Marconi, pero lo cierto es que esta patente fue rechazada, por considerarse una copia de la registrada en 1897 por otro genio: Nikola Tesla.



El genio.

       Nikola Tesla fue un inventor e ingeniero mecánico y eléctrico nacido en 1856 en lo que hoy es Croacia. Es sin duda uno de los grandes olvidados de la historia de la ciencia, probablemente por el mismo motivo que lo convertía en un genio. Aunque fue un importante impulsor de la balística, las ciencias de la computación, la física nuclear y la física teórica, el trabajo más fructífero de este excéntrico científico se basó en el desarrollo de la corriente alterna y la transmisión inalámbrica de energía.

       Su trabajo con la corriente alterna mereció un capítulo especial en su vida, en parte por su conflicto con la corriente continua de Thomas Alva Edison, en cuyas compañías trabajó Tesla en Francia y Estados Unidos.

       Para entender la diferencia, basta pensar en un torrente de electrones que se desplaza por un cable desde una fuente de energía (emisor) hasta un receptor; esto sería la corriente continua.




       Para visualizar el mecanismo de la corriente alterna habría que pensar en una fila de electrones que, sin hacer el recorrido, se mueven adelante y atrás transmitiendo la energía desde el emisor hasta el receptor.




       Prueba de esta "Guerra de las corrientes" fue que la única patente de Edison usando corriente alterna fue una silla eléctrica, para tratar de demostrar el aspecto destructivo de los inventos de su rival. En 1893, la compañía Tesla Electric Light & Manufacturing se tomó la revancha, demostrando la mayor efectividad de su corriente alterna al encargarse de la iluminación de la Exposición Universal de Chicago.


       Aun así, Tesla no se conformaba con esto y pensó algo así como "¿para qué tener un movimiento diferente de los electrones en un cable si podemos prescindir del cable?" De esta idea surgieron los alimentadores polifásicos, usando campos magnéticos rotatorios que desvían la energía a diferentes direcciones, y una idea más ambiciosa: algo así como "¿y si usamos la carga de la atmósfera como si fuera un "cable global"?" No hace falta explicar la importancia de la energía sin cables, gracias a ella existen las telecomunicaciones intercontinentales actuales, la radio, los teléfonos móviles, el empleo de rayos X, el control remoto..., etc.

       Tesla demostró su efectividad a pequeña escala con una lámpara incandescente, que mantenía encendida en su mano, sin necesidad de cables ni enchufes, bastándose con un emisor de energía al otro lado de su laboratorio. Pero la ambición del genio fue tal que diseñó un emisor gigante desde el que ideaba transmitir energía gratuita a todos los rincones del planeta a través de la ionosfera (una de las capas más externas de la atmósfera). Finalmente, por cuestiones económicas y desconfianzas, su proyecto quedó inacabado y los intentos posteriores han resultado infructuosos.

       De entre sus cientos de patentes, muchas de las cuales a día de hoy siguen sin aplicación práctica (y no por falta de intentos), quizás la más popular sea la bobina Tesla, un transformador que multiplica la corriente eléctrica a lo largo de él, del mismo modo en que la presión de salida del agua de una manguera aumenta cuando disminuye la sección, es decir, cuando apretamos.

       El punto al que me refería inicialmente, donde genialidad, locura y olvido confluyen, fue su forma de inventar. Se dice que Tesla no hacía anotaciones, sino que visualizaba un aparato y lo llevaba a la práctica, no importaba que no supiera para qué podría servir ni cómo podría funcionar. De ahí que muchos de sus proyectos aún sigan por interpretar.

El loco.

       Ahora y entonces, muchos de sus inventos y teorías han sido usados como argumentos pseudocientíficos. Concretamente, los vecinos de su laboratorio en Colorado Springs se sentían bastante incómodos por la presencia de multitud de antenas y por sus continuos experimentos con electricidad.

       Sin embargo, él tampoco contribuyó a una visión alejada de la rumorología, al declarar que podía construir un rayo de la muerte y que todas sus invenciones le estaban siendo reveladas por extraterrestres que se comunicaban con él, sin cables, por supuesto. Curiosamente, el Proyecto SETI promovido por Carl Sagan en los años 70, dedicado al rastreo del universo en busca de indicios de civilizaciones inteligentes, utiliza tecnología Tesla.

       No hablaré de su tipo de personalidad ni de cuestiones psiquiátricas porque no existe diagnóstico, solo sabemos lo que ha quedado en la historia.

       Finalmente, el genio loco pasó sus últimos años malvendiendo patentes y sumido en delirios, y murió arruinado en 1943.

4 comentarios:

Bel Kira dijo...

Me ha encantado!!!
No sólo lo que este individuo hizo, sino su historia en sí.
Reconozco que cuando nos metemos en el campo del electromagnetismo, la física deja de ser intuituiva para mí y se resulta complejo llegar a entenderlo bien, fuera del marco teórico.

Aunque me vaya un poco del tema...Me gustaría mencionar que es curioso, que la misma fórmula que se aplica a los circuitos eléctricos (La ley de Ohm: la diferencia de potencial = corriente x resistencias) es la misma que se aplica a la hemodinámica (Tensión Arterial = gasto cardiaco x resistencias vasculares)

BioSamu_ dijo...

Y ya que te alejas del tema para mencionar esa semejanza, yo voy a contar otra más alejada aun... esta no es que resulte curiosa, sino más bien inquietante.

En economía se utiliza un modelo matemático para entender/predecir la dinámica de las relaciones entre una empresa y la población (clientela potencial): la ecuación de Lotka-Volterra; en ecología, esta es la ecuación que se aplica en el estudio presa-depredador.

David Ballesteros dijo...

Buenas Samu, me ha parecido muy interesante tu entrada. A ver si te animas un día a pasar por el Parque de las Ciencias y te enseño la bobina de Tesla que tenemos para el taller de electrostática. Sin lugar a dudas verla en funcionamiento es toda una experiencia. Un abrazo!.

BioSamu_ dijo...

¡Gracias, David! Este año lo tengo un poco complicado para pasarme por el parque... y por Granada en general; pero en cuanto tenga unos cuantos días lo haré, es algo que siempre tengo en consideración, sobre todo sabiendo que hay cosillas nuevas por ahí.

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