martes, 14 de diciembre de 2010

Lluvias de sangre y de estupideces varias

       He aquí el peligro que puede tener un idiota con su propia tribuna.


       ... Y esto lo dice una persona con las muñecas repletas de ejemplares de "power balance", la pulsera fraudulenta.

       El asunto sobre el que reflexiona "Fríker" es el siguiente: el 25 de julio de 2001 empezó a caer sobre el Estado de Kerala, en la India, una lluvia de color rojizo.

       Una de las normas no escritas más obvias de la comunicación social es que si quieres que te tomen en serio no debes empezar a hablar de un tema soltando una estupidez... e Íker Jiménez incumplió esta norma en su programa (aunque... por otro lado, ¿cuándo no dice estupideces?): introdujo el tema de la lluvia roja insistiendo en que poco después tuvieron lugar los atentados del 11S. ¡Cómo se puede hacer eso! Y sobre todo: ¡cómo se puede hacer eso si luego se va a hablar de algo que nada tiene que ver!

       Volvamos a la lluvia roja.


       En 2006, los investigadores Godfrey Louis y Santhosh Kumar, de la Universidad Mahatma Gandhi en Kottayam, publicaron en la revista Astrophysics and Space Science un informe sobre la lluvia roja de Kerala, en el que sugerían que de algún modo el fenómeno podría dar un apoyo a la Panspermia. La Panspermia es una hipótesis que, a grandes rasgos, propone que la vida se originó fuera de la Tierra y se diseminó por el universo.

       ¿Y por qué una lluvia roja iba a apoyar esta idea? Pues bien, en su informe de 2006, los Dres. Louis y Kumar propusieron la causa de esa lluvia y describieron unas partículas presentes en ella. Según ellos, el origen de esas partículas estaba relacionado con un meteorito que horas antes había cruzado el cielo de la India. Esto todavía está por comprobar, porque desde 1896 se conocen muchas referencias a "lluvias de sangre" en diferentes partes del mundo (en Colombia, Portugal, Inglaterra y Estados Unidos, por ejemplo) sin relación alguna con meteoritos; pero aun así, los investigadores se aventuraron aun más, comparando esas partículas rojas con células.



       Marcello Truzzi dijo que las afirmaciones extraordinariss necesitan pruebas extraordinarias, y por ahora no las hay; de hecho los químicos coinciden en que las técnicas usadas fueron poco sensibles (y no que el resto de científicos vayan en contra del descubrimiento). Es cierto que hay gran desconocimiento sobre qué son estas partículas... tan cierto como que el parecido que tienen con células es meramente superficial: son estructuras más o menos redondeadas, formadas principalmente por carbono y oxígeno, con un espacio interior (en el que, por cierto, Louis y Kumar especificaron que no había ADN ni nada que se le pareciera). Por ahora, estas pruebas son menos concluyentes que las halladas en 1996 en el meteorito ALH84001 (en aquel caso había formaciones que parecían bacterias fósiles y algunos compuestos orgánicos, y aun así había explicaciones no marcianas). A primera vista, la lluvia roja simplemente parece ser un fenómeno meteorológico de naturaleza geoquímica... sobre el que se sabe poco, eso sí, pero nada más allá; no hace falta hablar de alienígenas sin pruebas extraordinarias si se pueden buscar explicaciones en casa con pruebas cotidianas.

       Pero, ¿por qué ahora, en 2010, Íker Jiménez retoma el tema? Porque ha habido un nuevo experimento sobre estas partículas rojas. Y no es un experimento que arroje luz sobre su estructura, su composición ni su origen, sino sobre su comportamiento a altas temperaturas: entre los 121 y 300ºC estas partículas se fragmentan en partículas más pequeñas. No deja de ser interesante el comportamiento físico-químico de estas partículas; sin embargo, que algo crezca o se fragmente no implica en absoluto que esté vivo, los cristales lo hacen. Además, se pueden observar comportamientos muy diferentes en distintos materiales variando los valores de presión y temperatura; esto solo sería algo nuevo que describir. Aun así, en su sensacionalismo histriónico, Jiménez declara descaradamente que "las células alienígenas se reproducen"... esto es lo que yo llamo un "combo": todos los términos usados en esa frase han sido esgrimidos arbitrariamente.

       A día de hoy, no hay pruebas que indiquen que estas partículas rojas sean extraterrestres, aunque tampoco es concluyente que sean autóctonas de nuestro planeta, y desde luego, tampoco podemos decir que sean seres vivos; este es el vacío que siempre aprovecha un relativista para decir "si no hay pruebas ni en un favor ni en otro, yo puedo creer lo que quiera". En este caso yo parafrasearía al Dr. Neil DeGrasse Tyson: estos son los hechos independientemente de que tú seas un idiota o no.

       Si no se descubre nada nuevo al respecto, veo venir un suceso como los relatados por Stephen Jay Gould, en "El Pulgar del Panda", sobre Bathybius y Eozoon, dos candidatos a seres vivos que en el siglo XIX se tuvieron que enfrentar a la dura realidad de las pruebas rigurosas.

       Reconozco que cada uno en su programa tiene derecho a decir lo que le dé la gana, incluso como rabieta contra los investigadores que no quisieron acompañarle; pero deberían quedar claros algunos puntos. No se trata, como declara Jiménez, de que la ciencia no tome cartas en el asunto, sino de que no hay todavía datos suficientes para llegar a una conclusión; todo científico medianamente sensato debería mostrar cautela en vista de lo poco que tenemos. En segundo lugar, no veo cómo la Panspermia podría perjudicar tanto a la ciencia y a la moral como comenta un colaborador de Jiménez (si después de todo, la Teoría M, que propone la existencia de todos los universos posibles, va más lejos); los descubrimientos construyen el conocimiento, no lo destruyen. Y por último, yo creo que la ciencia sí debería tomar cartas en el asunto... en el asunto de que tantos charlatanes hablen libremente sin que haya un punto de vista técnico en ese espacio.


P.S.: En previsión de posibles denuncias por difamación, indico que he usado la palabra "idiota" según la RAE: 2.- Engreído sin fundamento para ello. (Engreído: Dicho de una persona, demasiado convencido de su valer). El personaje a quien critico en este post se otorga a sí mismo la autoridad para decidir lo que es concluyente o no en biología (demasiado convencido de su valer) sin tener una preparación que le dé entidad en la materia (sin fundamento para ello), ergo es idiota.

1 comentario:

BioSamu_ dijo...

Vaya, parece que las empresas de Berlusconi se toman muy en serio lo de censurar la difusión de sus contenidos... en parte mejor, así no tendrán tanto eco los comentarios estupidizantes de Íker Jiménez, pero entonces este post dejaría de tener sentido. Bueno... lo arreglaré del siguiente modo, pidiendo que os fiéis de mí.

En el vídeo en cuestión aparecía Íker Jiménez en uno de sus habituales discursos reflexionando sobre un hallazgo de unas partículas contenidas en una lluvia de color rojo. Con muy poquitos datos concluyentes y englobándolo, solo él sabe cómo, en el contexto de la Panspermia (una de las teorías del origen de la vida fuera de la Tierra), se escandalizaba de que ningún biólogo hubiese aceptado su invitación al programa. En base a eso arremetía contra los investigadores, diciendo que las mafias de la ciencia acallan los descubrimientos "que no interesan".

Bueno, a mí no me invitó (y si este post ha llegado a su conocimiento, menos lo hará), pero de haberlo hecho... quizás habría aceptado.

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