Aquí arranca la tercera temporada de "Eto-nterías", con un formato nuevo.
En esta ocasión me debo a la lucha intraespecífica vista desde la Teoría de Juegos. ¡Uy! ¡Eso suena muy raro! Bueno... relajémonos; cuando hablamos de "lucha intraespecífica" nos referimos, literalmente, a una pelea entre dos individuos de la misma especie por un mismo recurso; y cuando decimos "teoría de juegos" estamos hablando de una corriente matemática que se basa en otorgar puntuaciones a las distintas estrategias, en función de los resultados.
John Maynard Smith empezó, como bien debe hacerse, por el modelo más simple: la comparación entre dos únicas estrategias opuestas. Independientemente de qué animal se trate, llamó "gavilán" o "halcón" al individuo que utiliza sus armas con todo su potencial, matar o morir; por otro lado, llamó "paloma" al individuo que solo exhibe sus armas, amenaza sin llegar a atacar y, si las cosas se tuercen, huye.
Posteriormente, asignó la puntuación +10 al hecho de ganar la pelea y la de -20 a acabar la contienda gravemente herido; además, determinó que un largo tiempo de batalla debía suponer una puntuación de -3, por el esfuerzo desaprovechado. Y también tuvo en cuenta que en una lucha en la que ambos individuos sigan la misma estrategia, la probabilidad de ganar sería 1/2. Los números elegidos son arbitrarios (a excepción de la probabilidad de ganar), pero el resultado, en términos de comportamiento, es el mismo siempre que, en valor absoluto, la puntuación por ganar sea mayor que la de perder el tiempo, y menor que la de morir o resultar gravemente herido.
De este modo, en una pelea entre dos "palomas", representada así E(P,P), el resultado final sería el siguiente:
Posteriormente, asignó la puntuación +10 al hecho de ganar la pelea y la de -20 a acabar la contienda gravemente herido; además, determinó que un largo tiempo de batalla debía suponer una puntuación de -3, por el esfuerzo desaprovechado. Y también tuvo en cuenta que en una lucha en la que ambos individuos sigan la misma estrategia, la probabilidad de ganar sería 1/2. Los números elegidos son arbitrarios (a excepción de la probabilidad de ganar), pero el resultado, en términos de comportamiento, es el mismo siempre que, en valor absoluto, la puntuación por ganar sea mayor que la de perder el tiempo, y menor que la de morir o resultar gravemente herido.
De este modo, en una pelea entre dos "palomas", representada así E(P,P), el resultado final sería el siguiente:
E(P,P) = (1/2) · (+10) + (-3) = +2
O, dicho de otro modo, la probabilidad de ganar por la puntuación de ganar, más el coste (en valor negativo) de haber perdido el tiempo peleando. La puntuación para el vencedor sería +7 (+10 por ganar y -3 por perder el tiempo) y la del perdedor, -3 (0 por no ganar y -3 por perder el tiempo).
En una pelea entre dos "halcones/gavilanes", la expresión sería así:
E(H,H) = (1/2) · (+10) + (1/2) · (-20) = -5
También dicho de otro modo, la probabilidad de ganar por la puntuación de ganar, más el coste (en valor negativo) de sufrir heridas graves por la probabilidad de sufrirlas (que también es 1/2, ya que alguno de los dos tiene que perder); aquí el tiempo empleado no es importante, porque se trataría de un ataque directo y no una manifestación de amenazas.
Si enfrentamos a un "halcón/gavilán" y a una "paloma", el primero ganará siempre (+10), porque la segunda no perderá el tiempo y huirá (0). Sin embargo, esto no quiere decir que siempre sea conveniente seguir la estrategia de "halcón/gavilán", puesto que este individuo también se expone a que lo machaquen (por eso el resultado entre dos "halcones/gavilanes" es -5). De ahí surgen las estrategias mixtas, basadas en asimetrías de los contendientes, como diferencias físicas, la necesidad que cada uno tenga del recurso en cuestión y otras asimetrías más subjetivas (llamadas asimetrías no correlacionadas). Un ejemplo muy bonito de asimetría no correlacionada es el caso del "burgués", que actuará como "halcón/gavilán" o "paloma" según si se siente o no dueño del recurso por el que pelea. Y efectivamente esto ocurre. G.W. Hyatt y M. Salmon analizaron 403 peleas entre machos de cangrejos violinistas (Uca pugilator, Bosc 1802) luchando por una madriguera; en 349 casos venció el propietario, y en 51 de los 54 casos en que venció el intruso, este era más grande.
Considerando la teoría de juegos en otros aspectos, cosa que todos hacemos al valorar ventajas e inconveneientes de varias alternativas, en ella se basa la toma de decisiones (que por cierto fue el tema de la tesis doctoral de Richard Dawkins). Ahora bien, aunque suene un poco friki, yo recomiendo que, ante una duda, no nos quedemos solamente en apuntar puntos a favor y en contra, sino que, literalmente, otorguemos puntuaciones, valorando cuánto mejor o peor es cada punto... creo que así las cosas son más fáciles.
Expuesto esto, paso a mis reflexiones.
Voy a ejemplificar la primera de ellas con el vídeo que caracteriza a cada capítulo de esta "serie blogística": dos palomas luchando frente a mi ventana (lo siento, no me dio tiempo a grabar más):
¿¿¿Se puede saber en qué pensaba John Maynard Smith cuando llamó "paloma" a quien no ataca???
Y la segunda cuestión, escuchando la letra de esa canción interpretada magníficamente por Pablo Abraira... ¿acaso no se está llamando a sí mismo "calzonazos" o "pagafantas"?
Si enfrentamos a un "halcón/gavilán" y a una "paloma", el primero ganará siempre (+10), porque la segunda no perderá el tiempo y huirá (0). Sin embargo, esto no quiere decir que siempre sea conveniente seguir la estrategia de "halcón/gavilán", puesto que este individuo también se expone a que lo machaquen (por eso el resultado entre dos "halcones/gavilanes" es -5). De ahí surgen las estrategias mixtas, basadas en asimetrías de los contendientes, como diferencias físicas, la necesidad que cada uno tenga del recurso en cuestión y otras asimetrías más subjetivas (llamadas asimetrías no correlacionadas). Un ejemplo muy bonito de asimetría no correlacionada es el caso del "burgués", que actuará como "halcón/gavilán" o "paloma" según si se siente o no dueño del recurso por el que pelea. Y efectivamente esto ocurre. G.W. Hyatt y M. Salmon analizaron 403 peleas entre machos de cangrejos violinistas (Uca pugilator, Bosc 1802) luchando por una madriguera; en 349 casos venció el propietario, y en 51 de los 54 casos en que venció el intruso, este era más grande.
Considerando la teoría de juegos en otros aspectos, cosa que todos hacemos al valorar ventajas e inconveneientes de varias alternativas, en ella se basa la toma de decisiones (que por cierto fue el tema de la tesis doctoral de Richard Dawkins). Ahora bien, aunque suene un poco friki, yo recomiendo que, ante una duda, no nos quedemos solamente en apuntar puntos a favor y en contra, sino que, literalmente, otorguemos puntuaciones, valorando cuánto mejor o peor es cada punto... creo que así las cosas son más fáciles.
Expuesto esto, paso a mis reflexiones.
Voy a ejemplificar la primera de ellas con el vídeo que caracteriza a cada capítulo de esta "serie blogística": dos palomas luchando frente a mi ventana (lo siento, no me dio tiempo a grabar más):
¿¿¿Se puede saber en qué pensaba John Maynard Smith cuando llamó "paloma" a quien no ataca???
Y la segunda cuestión, escuchando la letra de esa canción interpretada magníficamente por Pablo Abraira... ¿acaso no se está llamando a sí mismo "calzonazos" o "pagafantas"?
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